sábado, 21 de febrero de 2009

Spam telefónico

Inicialmente el objeto de este blog era comentar cosas de caracter técnico, relacionadas con la informática y en particular con el software open source.

Ya en una ocasión estuve considerando utilizarlo para protestar, no porque pretenda conseguir nada, sino más bien a modo de pataleta, de que te sientes indefenso y al menos quieres desahogarte contando por ahí lo que te ha sucedido.

En esa ocasión en que estuve a punto de escribir, me sucedió algo como lo que cuenta un tal Javier, en unos comentarios (ver comentario del 3-feb-2009) de otra víctima del spam telefónico. Fue un día en el que recibí 8 llamadas anónimas de teleoperadores ofreciendo los servicios de turno, y una de ellas fue más agresiva de lo habitual.

En aquella época la mayor parte de las llamadas eran de teleoperadoras con acento latinoamericano. Mi forma de defenderme consistía en preguntar desde qué país se realizaba la llamada. El motivo era sencillo: si la llamada se hacía desde España citaba la LOPD, les decía que deseaba ser dado de baja y pedía datos de contacto de la empresa con el pretexto de pedir formalmente mi baja. La verdad es que en algunas ocasiones funcionaba y conseguía que fuera la propia teleoperadora la que me colgara (supongo que el motivo principal era no perder tiempo con un potencial cliente que no iba a contratar ningún servicio).


Imagen: Telekomor

En una de las ocasiones la conversación (llamada proveniente de número oculto) fue algo así:

- Buenas tardes, mi nombre es NNNNN de la compañía CCCCC y le llamo para ofrecerle el servicio SSSSS.
- Buenas tardes, ¿Me puede decir desde qué país me llama?
... Unos segundos de silencio. Supongo que esa pregunta no está en su guión y la deja descolocada ...
- No le estoy llamando desde el País Vasco.
... A continuación el que se queda descolocado soy yo. No sé si mi interlocutora me toma el pelo o es que sus conocimientos de geografía no le llegan ni para saber desde qué país llama...
- Mire, si no me responde no la voy a atender. (cuelgo)

A los pocos segundos recibo una llamada (de nuevo desde número oculto)
- Oiga es usted un maleducado que si no le interesa me lo podía haber dicho y no tiene por qué colgarme...
- ¿Yo un maleducado? O sea, ¿me llamas sólo para insultarme? Tú eres una sinvergüenza...
(me cuelga sin dejarme terminar siquiera la frase)

Vuelvo a recibir otra llamada de número oculto a los pocos segundos. Harto, decido no descolgar.

El teléfono deja de sonar, pero pocos segundos después, suena de nuevo. Esta vez es un número que empieza por 91. Descuelgo y me encuentro de nuevo con la misma teleoperadora, hablandome a gritos en tono amenazador. Sencillamente la mando a la mierda y cuelgo.

En los siguientes 30 minutos vuelvo a recibir varias llamadas en el teléfono, algunas de ese mismo 91 y otras anónimas. Paso de perder más tiempo y descolgar para que un personaje anónimo me insulte.

Es en esa ocasión cuando estuve tentado de contarlo todo en el blog, pero como mis obligaciones superan con mucho a mi tiempo libre, y de hecho apenas escribo un puñado de artículos al año, decidí olvidar el tema y dedicarme a contar cosas más interesantes en el escaso tiempo que puedo dedicar a escribir.

En aquella época (mediados de 2008) era raro el día que no recibía 3 ó 4 llamadas de este tipo. En agosto de 2008 en los principales periódicos (el mundo, el país) y en muchos blogs pudimos ver que los gobernantes se han hecho eco de los abusos (seguro que a alguno de ellos también le ha tocado atender este tipo de llamadas) y anuncian que se modificará la ley para combatir el spam telefónico. Ya en algunos comentarios de blogs, alguien insinuaba que esa ley no iba a cambiar nada, como así ha sido.

El caso es que, al menos en mi domicilio, hubo algunos meses de respiro en que pasamos de recibir unas 30 llamadas semanales de este tipo a recibir apenas 2 ó 3.

Supongo que durante este tiempo, los departamentos legales de las empresas que viven de irrumpir por teléfono en la vida de los ciudadanos, se dedicaron a rebuscar hasta que encontraron algún hueco legal o vieron que la ley era absolutamente inútil. El caso, es que a fecha de febrero de 2009, la situación es la misma.

Hoy mismo, le he explicado a un teleoperador que si ayer no me interesaba lo que me ofrecía, que hoy me seguiría sin interesar. Le he recordado que ayer pedí que me dieran de baja de su lista, y hoy se lo he vuelto a pedir. Supongo que en breve me volverá a llamar (¡qué considerado!, como es una oferta tan buena, no quiere que me la pierda y él insite en llamar).

Al igual que ocurre con el spam de correo electrónico (unas pocas empresas generan prácticamente la totalidad del que circula), en mi casa hay 3 empresas que generan el 80% de este tipo de llamadas. Hay varios blogs de otras personas que han sufrido este tipo de llamadas. En uno de ellos dan algunas indicaciones y proponen actuar por la vía legal.

El problema de actuar por la vía legal es la inaccesibilidad en la práctica para quien no puede dedicar mucho tiempo y tiene conocimientos legales limitados. No todo el mundo puede permitirse estar 14 meses (y aún no se ha resuelto) enviando faxes, aportando pruebas y arriesgandote a ser atacado legalmente por el abogado de la parte contraria sólo para que dejen de llamarte por teléfono (y sin haberlo conseguido todavía).

La historia, así como los comentarios de otras víctimas, no tienen desperdicio: I, II, III.

Como la ley (de momento) no parece tener ningún efecto, ya han desarrollado un invento para cortar este tipo de llamadas: Truecall, el problema es que la broma nos sale por 100 euros. También podemos optar por tratar de desesperar a quien llama, actuando tal y como lo haría un servico de atención al usuario.

Una última referencia: Un excelente artículo de la revista Consumer, explicando el funcionamiento de los call center.

Actualización (22-mayo-2009): Vuelvo a leer que el Gobierno va a prohibir el spam telefónico (¿Pero no lo había hecho ya?)

La noticia incluye mucas cosas que suenan demasiado bien como para ser creíbles. El hecho de que dentro de dos semanas haya unas elecciones resta un poco más de credibilidad a la misma (qué curioso, que las noticias que se aprueban justo antes de las elecciones son las que parecen preocuparse por el ciudadano, y que suelen dejar para unos días después las que pisotean impunemente todos estos derechos).

En fin, trataremos de ser positivos, intentaremos creernoslo y a ver si dentro de cuatro días no viene el listo de turno a decir que si un número sale publicado en un listín telefónico, esto indica que, de forma implícita, el titular acepta estar dispuesto a recibir llamadas comerciales sin restricciones en número ni horarios.

Actualización (27-julio-2009): En efecto, tal y como indiqué hace algo más de dos meses, las nuevas medidas no han servido para nada. Los abusos se siguen produciendo en el horario y con la frecuencia que les da la gana a quienes llaman indiscriminadamente.

En esta última semana he recibido un número inusualmente elevado de llamadas provenientes del 1485 (uno de los días que me llamaron, lo hicieron hacia las 11:30, les indiqué que no quería saber nada de su empresa y ese mismo día a las 13:30 me estaban llamando de nuevo). Harto, he registrado el número de mi móvil en www.listarobinson.es

Dentro de unos días sabré si el servicio en cuestión es útil o se trata simplemente de otra pantomima más en este circo de abusos y tomaduras de pelo en el que los ciudadanos somos el elemento cómico del espectáculo. Leer más...